- En el primer día de su festejo, se realizó la mesa de diálogo “Historia de una obra arquitectónica: La Construcción del Museo Regional de Antropología Carlos Pellicer Cámara”, con la participación de Landy Aguilar Palafox, Jorge Luis Capdepont Ballina y César Patricio Mellado Castro
En el marco de la celebración por el 40 Aniversario del Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, se llevó a cabo este miércoles una mesa de diálogo denominada “Historia de una obra arquitectónica: La Construcción del Museo Regional de Antropología Carlos Pellicer Cámara”, con la exposición de Landy Aguilar Palafox y Jorge Luis Capdepont Ballina, sobre la historia del museo, su planificación, edificación y adecuaciones en sus 40 años.
Por espacio de una hora, los apasionados de la historia tabasqueña, dieron cuenta del proceso de construcción de uno de los museos más importantes del país y las adecuaciones que lo han convertido en un majestuoso recinto que alberga más de tres mil piezas arqueológicas, en la emblemática zona CICOM.
Landy Aguilar Palafox, explicó que la estructura del recinto contrasta con los edificios antiguos, ya que corresponde a un vocabulario del movimiento moderno del último cuarto del siglo XX, al tiempo que presentó una retrospectiva en imágenes de lo que es la historia del museo.
Ante estudiantes de arquitectura y público en general, expuso que el primer museo en Tabasco, fue instalado en la Escuela Tecnológica “Eufrosina Camacho de Ávila”, fundada en 1946, a un costado de Plaza de Armas, un edificio romano, que sirvió de cárcel pública y oficinas de gobierno.
Como resultado de las gestiones hechas ante el gobierno federal por Pellicer, de 1950 a 1952, éste comienza a reestructurarlo y acondicionarlo, colocando la museografía para convertirlo en el primer museo formal de Tabasco, que logró una ambientación con 12 salas y del cual el “Poeta de América” fue director por 26 años.
Explicó que para 1971, Pellicer tramitó con el Gobierno Federal de Luis Echeverría Álvarez, hacer un museo más grande y se inicia la construcción del Museo Regional de Antropología en Villahermosa, con la anuencia de los gobiernos subsecuentes, para ser inaugurado el 16 de febrero de 1980, en el gobierno de Leandro Rovirosa Wade, a tres años del fallecimiento del poeta tabasqueño.
En su intervención Jorge Luis Capdepont Ballina, invitó a repensar el quehacer de los historiadores en torno a los museos, por la enorme memoria histórica que estos guardan por lo que expuso que a finales del siglo XIX, en Tabasco, había la necesidad de conformar un museo, por la gran cantidad de vestigios de la cultura Olmeca y Maya que existía, además de constituir una identidad de la que se apropie la sociedad tabasqueña.
Por otro lado, vinculó el surgimiento de la zona CICOM, que alberga el Museo Regional, a un cambio en la situación económica de Tabasco, con el boom petrolero, que la dimensionó, al igual que a Tabasco 2000, por la gran bonanza que existía.
Precisó que en los años 1977 y 1979, se invirtieron en la zona CICOM, 170 millones de pesos, por parte de los gobiernos Federal y Estatal, abriendo sus puertas el Museo Regional en 1980, el Centro de Estudios e Investigación de las Bellas Artes (CEIBA), en 1985 y la biblioteca Pino Suárez en 1987.
Finalmente, el arqueólogo César Patricio Mellado Castro, puntualizó sobre la construcción del museo, que arquitectos reconocidos hicieron posible la obra.
En tal sentido, destacó que a mediados de los 70´s, se llevó a cabo un concurso para su construcción, resultando ganador el arquitecto Jaime Ortiz Monasterios, quien en 1976, arrancó la cimentación.
En segundo lugar, quedó Pedro Ramírez Vázquez, quien hizo en algún momento adecuaciones al museo, cuya obra se reinició hasta 1979, teniendo como residente al arquitecto Manuel Arturo Huerta Argudín, con intervenciones y adecuaciones de Gabriel Solórzano y Abraham Sabludovsky. La museografía la realizó Alfonso Soto Soria.
Aclaró que el museo nunca fue un proyecto de oficinas como se comenta, sino su proyecto original fue un Museo Regional de Antropología, que en 2007 a 2011, sufrió modificaciones por la fuerte inundación de Villahermosa, y para 2018, se instaló la nueva museografía con la que cuenta actualmente.